Un show que entretuvo a la gente con un folk rock alternativo muy pero que muy bailongo con estilo propio y singular. Muy verbeneros con rasgos de pop psicodélico que resucita a cualquiera que este reventado (por las horas de la actuación). Pero hubo un tiempo en el que no solo no se exhibía el nombre del jugador en la camiseta, sino que ni tan siquiera se portaba número de dorsal, por lo que todos los jugadores de un mismo equipo llevaban una camiseta igual.