Es posible que en algunos casos no coincidáis conmigo y en otros sí, pero bueno, al fin y al cabo es una cuestión de gustos. Enseguida llegaron los bomberos, las ambulancias, los rescatistas, una camilla detrás de otra, las sirenas que no paraban de sonar, el peligro de una segunda explosión. Le seguirían otros 16 encuentros, hasta el último frente a Hungría el 16 de mayo de 1968, exactamente diez años después del episodio que marcó su carrera.