Es necesario, imprescindible, que los clubs de fútbol tomen medidas enérgicas y permanentes (que no se olviden del problema cuando el recuerdo del homicidio de Jimmy se desdibuje en los medios, como ocurrió con Ríos o Zabaleta). Pero sí irresponsables. Porque esas imágenes, como las de otros jugadores del Barça, el Valencia, el Atleti, etc, posando con los productos de sus ultras son instrumentalizadas después como propaganda de una ideología que nada tiene que ver con el deporte.