El nuevo descenso a 2.ªB hace que Antonio Muñoz y su directiva presenten su dimisión en bloque y anuncien que el club está en venta, y el precio de la venta son 3,5 millones de euros, todo esto provoca una crisis en el club, entrando este en una Ley Concursal. A pesar de todo el balance económico seguía presentando superávit en verano de 1975, pero la fractura entre la directiva de Francisco Ros Casares y la afición era más que evidente (e incluso dentro de la propia directiva).