“Estábamos en la tienda La Isla de Cuba y sentimos una explosión. De pronto se escuchó un silencio y se oyó una explosión más grande. Hasta tarde, ayudando en todo lo que se pudiese, estarían ese día los obreros de chalecos y cascos blancos y naranjas. Te retiraste en Estados Unidos, pero hiciste cuatro temporadas, cuando los otros futbolistas que van allí no suelen hacer tantas.